Reflexiones sobre el precio de los productos Eco en comparación con los convencionales

Existe la creencia de que los productos eco tienen un precio elevado en comparación con los convencionales. Mucho podemos hablar de este tema. Influyen factores de todo tipo, que trataremos en otros artículos, pero hay uno que me llama poderosamente la atención.

En este país nos hemos acostumbrado, desde hace pocos años, a alimentarnos de una determinada manera y a consumir por imitación de otros modelos, que en esto, poco tienen que aportarnos.

Cuando tomamos la decisión de consumir ecológico, queremos mantener ese modelo al que estamos acostumbrados y generamos muchos sentimientos, desde frustración, enfado… porque efectivamente, es más caro.

Con todo esto me refiero a que, por falta de tiempo o por querer dedicarlo a otros aspectos, por falta de motivación, por desconocimiento…utilizamos demasiados envasados y elaborados y muy pocas materias primas y frescos.

Observemos, cuando vamos al supermercado, nuestro carro de la compra y el de los otros. La mayoría de lo que se compra, son hidratos de carbono de baja calidad, proteínas en exceso, productos de limpieza específicos para cada uso, bebidas envasadas…de todos estos productos y de muchos otros podemos prescindir o reducir su consumo. ¿Cómo?

  • Elaborando en casa los dulces, el pan, pizza….y todo aquello que nos apetezca con harinas de buena calidad ecológicas, sin azucares, con aceites vegetales de primera presión…no es tanto el trabajo que dan como acostumbrarse a hacerlos y tener los hábitos y “la mano” adquiridas. Así valoraremos mucho más estos productos, consumiremos menos cantidad y ésta será más saludable.
  • Consumiendo menos proteínas. Comamos o no carne, ingerimos demasiadas proteínas. Para que la alimentación sea sostenible y justa debemos reducir el consumo de proteínas a las necesidades reales y no a caprichos.
  • Utilizando para limpiar nuestro hogar productos que están a nuestro alcance, son efectivos, baratos y mejores para el medio ambiente, como por ejemplo el vinagre, que no solo lava las verduras, sino que limpia suelos de maravilla, abrillanta superficies, desodoriza la colada, limpia cristales…., el bicarbonato: que además de hacer subir los dulces, blanquea la colada y los baños, higieniza superficies….también existen productos de limpieza ecológicos, que deben ser utilizados, como todos, con mesura, así conseguiremos ahorrar y respetar nuestro planeta. Por ejemplo, el multiusos de ecover que vendemos en la tienda, se mete en un pulverizador y sirve para prácticamente toda la casa y se consume muy poco…
  • Las bebidas envasadas, directamente, podemos prescindir de ellas, no aportan nada más que calorías vacías a nuestra dieta. Los zumos y las bebidas vegetales ( siempre que sean ecológicos y sin azúcares añadidos), así como el kombucha y algún otro, se salvarían. No tiene sentido que perdamos salud y dinero consumiendo refrescos cuando tenemos a nuestra disposición: agua, infusiones, zumos (ideal prepararlos en casa), batidos… todo tipo de bebidas saludables con las que hidratarnos y disfrutar.

Cambiando nuestra manera de consumir y haciéndola más coherente, alineada, sostenible y justa, conseguiremos ahorrar y tener una alimentación de calidad, no solamente en el alimento sino en valores.

Debemos tener paciencia. Cuando decidimos ser consumidores ecológicos, hay un proceso. Los primeros meses, mientras nos adaptamos y vamos cambiando nuestros hábitos y alimentación, efectivamente, es más caro y da más trabajo, pero poco a poco, cuando nos vamos haciendo con algún aparato, que nos facilita las elaboraciones (como puede ser una panificadora) y cogemos los hábitos y cambiamos nuestra forma de pensar y de comprar , comprobaremos que el gasto no es superior y que hemos ganado, lo miremos por donde lo miremos.

Es un giro importantísimo, que nos ayuda a entender la vida, porque cuando te sientas a la mesa y agradeces el alimento que tienes delante, sabes de dónde viene, a quién se lo has comprado, quién lo ha cultivado, confías en él y sabes que viene a darte salud y que además trae prosperidad a personas que reconoces y aprecias.

Os invitamos a que seáis más felices, estéis más sanos, eduquéis en el cambio a las personas que tenéis arrededor y a aquellos que están a vuestro cargo, para garantizarnos que el planeta siga siendo lo que es y nosotros podamos seguir poblándolo.

Un abrazo,

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir arriba